El Forjista

Un gobierno sin apoyo

Salvo aquellos escasos sectores que conforman la privilegiada y parasitaria oligarquía nativa que ha sido la receptora de concesiones desmesuradas por parte del gobierno nacional, la inmensa mayoría de los argentinos, incluidos aquellos que lo votaron, no han mostrado un apoyo militante a la actual administración.

Cuando asumió Macri, hace un año, hubo una modesta concentración, desde ese momento no volvió a realizarse otro acto de apoyo, incluso se intentó una manifestación de adhesión convocada por las redes sociales, que significó un estruendoso fracaso, al punto que los medios obsecuentes del gobierno debieron ignorar la noticia.

Tal es la ausencia de adhesión, que el PRO debió apelar reiteradamente a actores profesionales y puestas en escenas para brindar algo de calor popular a los actos con presencia presidencial.

La falta absoluta de apoyo popular, es el mayor problema del gobierno, es aún peor que la grave crisis económica y los hechos de corrupción que saltan como pus casi a diario, y resultan además de imposible ocultamiento a pesar de los esfuerzos de Clarín y La Nación.

El egoísmo es la ideología del PRO

Es lógico que los actos de gobierno no puedan provocar entusiasmo, cuando la ideología del macrismo es el más extremo egoísmo, del cual participa gran parte de su base social que está imbuida de una concepción que desprecia la solidaridad y hace del "sálvese quién pueda" una bandera a defender con uñas y dientes. Tan es así, que el comportamiento de sus votantes termina por perjudicar al propio gobierno al que votó con expectativas.

En el anterior fin de semana largo un espectáculo deprimente se vivió en la frontera con Chile, entre 30.000 y 40.000 argentinos viajaron a ese país para llenar sus valijas con prendas de vestir y volver arrastrando la mayor cantidad de electrodomésticos que fueran capaces de transportar.

No les importó perder su tiempo en colas interminables para cruzar la frontera, probarse un pantalón o pagar en una caja, situación que de haber ocurrido de este lado de la frontera hubiese provocado una exasperación lindante con la violencia. Pero nada de esto importa cuando el consumismo deviene en religión.

Esto también ocurre en la frontera con Paraguay y diariamente con miles de argentinos que compran por internet chucherías chinas.

A todos estos compatriotas los tiene sin cuidado el efecto de su comportamiento consumista sobre la industria nacional, ya han quebrado cientos de empresas textiles y en Tierra del Fuego se empieza a sufrir las graves consecuencias de esta inconsciencia de algunos argentinos.

Por supuesto que la mayor responsable de la liquidación de la industria es la apertura indiscriminada de importaciones dispuesta por el gobierno neoliberal, pero también ayuda a cavar la fosa esa actitud de los argentinos con posibilidades de acceder a cierto consumo sin considerar las consecuencias de sus acciones.

Sospechamos que gran parte de esos argentinos que salen a comprar al exterior votaron mayoritariamente por Macri, sostenemos esta aventurada afirmación en que cuando el gobierno anterior puso restricciones a la compra de dólares y a la compra por Internet, muchos de esos sectores se vieron afectados por el síndrome de abstinencia y salieron a expresarse mediante cacerolazos donde abundaban los insultos a la "yegua", por lo que dudamos que dichos exaltados exponentes de la clases medias y altas, hayan votado por el candidato que contaban con el apoyo de la señora a la que calificaban de la peor manera.

Producto de esta mentalidad individualista y ausente de cualquier rasgo solidario por parte de un sector de nuestra sociedad es que se puede explicar el triunfo electoral de Macri, que tal vez sea el mayor exponente del egoísmo extremo y el desinterés por la suerte de sus semejantes, eso sí con un gran sentido de pertenencia a una casta privilegiada que se cree con derecho a manejar el destino de los demás.

Otra educación es necesaria

Hubo argentinos que creyeron que sin Asignación Universal por Hijo, sin conquistas laborales, sin futbol para todos, sin subsidios a la luz, gas y agua; podrían dejar de pagar el Impuesto a las Ganancias y recibir tal vez alguna que otra migaja.

El engaño fue supremo, si alguna baja en el impuesto se produjo, ese dinero se fue por la canaleta del tarifazo y la reducción bestial del poder de compra de los salarios.

Esta ideología que potencia el egoísmo e incentiva el odio hacia los humildes no se cura leyendo los libros de Arturo Jauretche.

Por supuesto que la batalla cultural es fundamental, y en esa lucha juega un papel esencial la obra de Jauretche, Scalabrini Ortiz, Perón y muchos otros, pero es en la educación donde debe centrase el esfuerzo, desde niños debemos aprender a ver a nuestros compatriotas como semejantes y no como competidores.

También es indispensable producir una revolución en los medios de comunicación para aprender que no todo se compra y no todo se vende, más aún en la actualidad cuando los medios nacionales se han llenado de fascistas que hablan de blancura y pureza, y que lanzan los peores improperios contra los humildes que no están dispuestos a aceptar mansamente las disposiciones de los poderosos.

La complicidad "opositora"

La gran paradoja actual es que un gobierno que carece de apoyo se ha sustentado en la pseudo oposición, que bajo la excusa de la gobernabilidad se ha convertido en cómplice del saqueo y la corrupción que impera en el Estado.

Macri debería mostrar un agradecimiento eterno a Massa, Stolbizer, Pichetto, Bossio, Urtubey y varios más que fueron quienes disciplinadamente aprobaron las medidas del gobierno porque saben que dichas decisiones responden a la voluntad del poder económico, estos políticos sólo buscan congraciarse con la oligarquía para que sea uno de ellos el o la elegida para suceder a Macri en el cuidado de sus privilegios.

La memoria es el peor enemigo de las clases dominantes por eso utilizan sus medios de comunicación para que los argentinos olvidemos las nefastas consecuencias de los proyectos neoliberales que asolaron el país en el pasado, nuevamente intentarán que el año que viene nos olvidemos de quienes colaboraron con Macri para destruir el país, siempre beneficiando a unos pocos.

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