El Forjista

La impunidad de los golpistas

Juan José Aranguren es el actual presidente de la filial argentina de la multinacional anglo-holandesa Shell puesto que ocupa desde el 2003. Ingresó a trabajar en esa compañía en 1979 y entre 1995 y 1997 sirvió a sus patrones en la ciudad de Londres.

Ya en el 2005 el presidente Néstor Kirchner denunció las maniobras de la multinacional que elevaba arbitrariamente los precios, desde que Aranguren preside la empresa la misma desarrolla una política francamente opositora cual si cumpliera las funciones de un partido político y además despliega una estrategia que perjudica a los consumidores.

Shell intentó reiteradamente elevar los precios de manera irracional de la misma manera que ahora quiso provocar deliberadamente una devaluación, al comprar varios millones de dólares a un precio mucho mayor que el que marcaba el mercado en ese momento, sin importarle las consecuencias para el país. No habría que perder de vista el origen de esta multinacional y los intereses que defiende el señor Aranguren.

Este empresario cuenta con aval de los medios concentrados, de lobistas de las multinacionales como Longobardi aunque se disfrace de periodistas y de otros personajes acostumbrados a servir los intereses imperiales.

Aranguren ha surgido como una de las caras visibles que están pergeñando el Golpe Económico, junto a otros sectores que ya son clásicos en el momento de impulsar medidas antidemocráticas como lo ha sido eternamente la Sociedad Rural, un hato de millonarios golpistas. A este panorama de desestabilización económica debe incorporarse a sojeros y cerealeras que especulan reteniendo las cosechas a la espera de un dólar con un nivel mayor.

De igual manera debe señalarse el comportamiento en los últimos meses de los oligopolios que se propusieron no cumplir con los precios acordados con la Secretaría de Comercio, lanzando "nuevos productos" que sólo tenían una pequeña modificación del envase para aplicar un incremento de precio injustificado sobre esa mercadería.

En este contexto se inscriben los ataques al gobierno argentino efectuados por voceros imperiales como el Wall Street Journal o los diarios españoles que intentan mostrar una crisis en nuestro país para ocultar el ajuste salvaje que se realiza en el suyo.

Lo que están buscando estos sectores es escarmentar a un gobierno popular para que de esta manera por muchas décadas no exista otra administración que se atreva a centrar su política en beneficiar a los más necesitados. Si a Guillermo Moreno los grupos monopólicos le hicieron fama de "malo", estos empresarios mostraron en cada una de sus actitudes ser mucho más maléficos con sus actitudes que afectan diariamente el nivel de vida de los argentinos.

Para que el Golpe Económico no se produzca es indispensable que los golpistas no queden impunes, no somos abogados y por lo tanto no sabemos si la maniobra de Shell es ilegal, en caso de no serlo, rápidamente habría que impulsar una ley en las sesiones extraordinarias para que no se permitan este tipo de acciones desestabilizadoras que perjudican a todos los argentinos.

También deberíamos conocer cuáles fueron los resultados de los allanamientos realizados en las llamadas "cuevas" y acceder a los nombres de quienes se dedican a especular con el dólar. De igual manera que resulta imprescindible limpiar la calle Florida de los denominados "arbolitos", si el llamado dólar blue es ilegal debería impedirse su venta libre.

Pero sin duda la resistencia más importante que deberíamos asumir los sectores populares contra los intentos golpistas es sin duda, apelar a la movilización en defensa de la democracia y para desenmascarar a los que quieren volverlos a intoxicar con el más siniestro e inhumano liberalismo.

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