El Forjista

Estados Unidos y su dominio de la justicia argentina

Durante la Década Infame nuestro país era una semicolonia dependiente de Inglaterra pero eran muy pocos los argentinos que se percataban y denunciaban esa situación, tan sólo algunos nacionalistas y la gente de FORJA, voces que por cierto no aparecían en los diarios.

En la actualidad pareciera que ocurre algo similar con la dependencia de nuestro Poder Judicial con respecto a la embajada de los Estados Unidos, panorama que se complementa con la absoluta sumisión del Poder Ejecutivo a aquella potencia imperial.

Aunque esté ante nuestros ojos parece que no queremos darnos cuenta que la justicia argentina está infestada de personajes serviles a los deseos de los Estados Unidos y por eso se convirtieron en piezas de la política externa de ese país para someter a su dominio a nuestra nación.

Sin antes los Estados Unidos promovían golpes de estados sangrientos, ahora su esfuerzo está centrado en perseguir a aquellos líderes latinoamericanos que rompieron con la inercia de gobernantes anteriores que rendían pleitesía al amo norteamericano y disponían una política económica dependiente que indefectiblemente llevaba miseria y desesperación a los hogares más humildes.

Por eso, aunque muchos argentinos nos neguemos a verlo y los medios cómplices guarden silencio, existe una política agresiva de los Estados Unidos para encarcelar y eliminar a aquellos dirigentes que pusieron de pie al Continente y que no permitieron que siga siendo humillado, esta política bien podría ser denominada la revancha del imperialismo.

No puede ser una mera casualidad que Dilma haya sido derrocada, Lula fuera detenido y ahora se le niegue ilegalmente su liberación, que se le iniciaran infinidad de causas fraguadas a Cristina Kirchner y que ahora se ordenara la detención de Rafael Correa.

¿Y qué otro poder podría disponer esta persecución que el imperialismo norteamericano? Más aún ahora que gobierna un desquiciado racista y misógino dispuesto a cualquier acto de barbarie con tal de mantener vigente su poderío criminal.

Brasil y Ecuador

En el país hermano está muy claro el intervencionismo estadounidense en el derrocamiento de Dilma Roussef, Julián Assange, el impulsor de los wikileaks, fue uno de los primeros en señalar las vinculaciones del golpista Michel Temer con los Estados Unidos, situación que fue ratificada por el inmediata reconocimiento del gobierno de los Estados Unidos de su gobierno y el señalamiento que no se había tratado de un golpe de estado como denunciaron países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y El Salvador.

Sergio Gabrieli quién fuera presidente de Petrobras entre 2005 y 2012 expresó en un reportaje sobre el retroceso de los procesos progresistas en América Latina: “No soy paranoico pero creo que hay alguna involucración de Estados Unidos y la CIA en esto. Es un plan. La política de precios del petróleo ha tenido un papel. El efecto colateral destruyó a Venezuela y Rusia. EE.UU. perdió una relación beneficiosa con Sudamérica y estaban intentando recuperarlo con Obama. Es curioso que los golpes blandos en Paraguay, Honduras y Brasil ocurrieron con el mismo embajador estadounidense.”

Cuando detuvieron a Lula la prestigiosa periodista Stella Calloni señaló sobre el juez Moro que fue quién condenó al ex presidente brasilero sin prueba alguna, dijo Calloni: “Moro es uno de los tantos magistrados cooptados por el Departamento de Estado de los Estados Unidos…desde hace varios años mantiene una especie de Escuela de las Américas para adoctrinar policías y jueces de Latinoamérica, que funciona en El Salvador”

Y remató su opinión de manera contundente: “El esquema estadounidense de infiltrar las estructuras judiciales de América Latina surgió como metodología de trabajo en los planes contrainsurgentes y estratégicos para la región en los noventa”.

Mientras tanto en Ecuador, el vergonzoso gobierno de Lenín Moreno  y la justicia sumisa a los dictados del poder económico dispuso la detención de Rafael Correa, uno de los dirigentes más claros del proceso progresista y liberador de América Latina, con la clara intención de evitar su regreso a las lides políticas y la posibilidad de poner en evidencia la traición del actual gobierno ecuatoriano.

El ejemplar y dignísimo presidente de Bolivia, Evo Morales expresó su repudio al pedido de detención de Correa en los siguientes términos: “Rechazamos solicitud de la Fiscalía de Ecuador de prisión preventiva contra el expresidente de ese país, Hno. @MashiRafael. Denunciamos politización de la justicia ecuatoriana e injerencia de #EEUU en intención de encarcelar a un inocente. Estamos contigo Hno. Correa ¡Venceremos!”

O sea Evo también avizora la mano extensa e intervencionista del imperio del norte.

Argentina

El pasado 4 de julio no pocos representantes del Poder Judicial se hicieron presentes en la embajada de los Estados Unidos para celebrar la independencia de esa nación, entre los presentes estaban los jueces Bonadío, Canicoba Corral  y Casanello, el fiscal Stornelli y la integrante de la Corte Elena Highton de Nolasco, hubo otros integrantes del Poder Judicial pero que al parecer escaparon de los fotógrafos.

Por supuesto la concurrencia a esta celebración no constituye un delito pero sí muestra cierto cipayismo y cierta predisposición a mantener contentos a los representantes del imperio y hasta alguna cercanía ideológica, pero por sobre todas las cosas la necesidad de algunos de codearse con los poderosos.

Precisamente el embajador designado por Trump, Edward Prado fue juez y en sus declaraciones señaló que venía a “mejorar el sistema judicial” lo que no parece ser la función de un embajador y si una declaración de sus intenciones intervencionistas, el senador Marcelo Fuentes las calificó como propias de un virrey.

También se comprometió a participar en la investigación en el esclarecimiento de la muerte del fiscal Alberto Nisman.

Precisamente el fiscal suicidado fue un ejemplo de sumisión a la embajada de los Estados Unidos, en la filtración de los wikileaks quedó claro que este fiscal respondía ciegamente a los dictados de esa embajada al punto que corregía sus escritos de acuerdo a las sugerencias que le realizaban desde representación de los Estados Unidos.

Precisamente por su subordinación a los deseos norteamericanos fue que el fiscal presentó la denuncia al acuerdo con Irán respondiendo de manera ciega y vergonzosa a la política exterior de los Estados Unidos.

Si Nisman actuaba de esa forma y con esa ideología es de suponer que otros fiscales que lo defendieron y montaron una marcha desestabilizadora contra el gobierno de Cristina Kirchner también pensaran y actuaran de igual forma, tal el caso de Stornelli uno de los organizadores de la marcha golpista.

Stornelli es un fiscal que responde incondicionalmente al macrismo con el cual se vinculó en su paso por la comisión directiva de Boca Junios donde cultivó un vínculo con la barra brava de ese club.

Por su parte Bonadío, uno de los jueces más incapaces de la historia, con múltiples pedidos de juicio político es el perseguidor de Cristina Kirchner a quién le fraguó causas en su contra y por eso es defendido por el PRO y el radicalismo.

Según el periódico Perfil en el 2014 Bonadío tenía 51 pedidos de juicio político, hoy seguramente ese número se incrementó.

Una de las causas fraguadas por Bonadío fue por el denominado el Plan Kunita en la que acaba de ser sobreseído Aníbal Fernández, sin que la noticia apareciera en los medios de que encargaron de calumniarlo, evidenciando el armado que Bonadío realiza de la causas para desprestigiar políticos según las preferencias del macrismo.

Las medidas aplicadas por Bonadío demoraron el viaje del ex canciller Timmerman a tratarse en los Estados Unidos por el grave problema de salud que padece, el bloque de diputados del  Frente para  la Victoria acusó directamente a Bonadío por esa criminal decisión.

Son innumerables los papelones de este juez , una de los últimas fue haber imputado a una persona fallecida lo que muestra la total falta de idoneidad de este magistrado.

Es evidente que la persecución de la que es objeto Cristina Fernández de Kirchner es impulsada por la embajada de los Estados Unidos a través de sus serviles en el Poder Judicial y Ejecutivo, Bonadío forma parte de esta trama que busca impedir que los líderes populares puedan regresar al gobierno de sus países.

Funcionario del menemismo, luego designado juez por ese gobierno fue uno de los mencionados en la servilleta de Corach como uno de los jueces que eran manejados por el Poder Ejecutivo,
Bonadío se acostumbró a servir a los poderosos por eso ahora es amparado por el macrismo al que le acaba de realizar el favor de desligar al jefe de la AFI Gustavo Arribas por las denuncias de coimas por su actuación en Brasil.

Bonadío concurre cada 4 de julio a la embajada de los Estados Unidos a rendir pleitesía a los representantes de la potencia imperial y mostrar que está dispuesto a servirles obedientemente de igual forma que lo hacía Nisman.

Dilma, Lula, Correa y Cristina son víctimas del embate del imperialismo estadounidense y de sus sirvientes nativos, no poder o no querer ver esta realidad forma parte de la campaña de desinformación e idiotización colectiva de los grandes medios de comunicación monopolizados por un puñado de empresarios que también forman parte de esa oligarquía parasitaria que nos domina, por esta situación es que la reforma radical del Poder Judicial y propiedad los medios de comunicación debe ser la prioridad de un futuro gobierno popular.

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