El Forjista

Derrotados por los poderosos y las calumnias

El ajustado triunfo de Mauricio Macri nos obliga a reflexionar para poder encontrar las razones  que llevaron a la derrota electoral del proyecto nacional y popular.

Para vencer al kirchnerismo fue necesario conformar una alianza comandada por las clases dominantes, los medios de comunicación que ya son una parte fundamental de ese poder, la unión de todos los partidos políticos, incluidos sectores autodenominados “progresistas” y la izquierda sojera, el poder judicial comandado por la Corte Suprema y poderes extranjeros con los fondos buitres los cuales financian a algunas diputadas con mucha prensa y que vienen hostigando la economía del país.

Es decir que se organizó un poder fenomenal al que colaboraron varios mercenarios de la prensa canalla que dispararon mentiras y calumnias, que esta vez sí tuvieron repercusión en amplios sectores de clase media, aunque no exclusivamente en esa clase.

Prácticamente desde el momento en que Néstor Kirchner asumió el gobierno mediante el pliego de condiciones del director del diario La Nación y más notoriamente desde el inicio del gobierno de Cristina Fernández, estas administraciones debieron soportar reiterados intentos desestabilizadores.

Para citar sólo dos de esas intentonas mencionemos la del comienzo de 2014 con la corrida cambiaria intentada por el presidente de la Shell que ahora será funcionario de Mauricio Macri y a comienzos de este año la falsa denuncia del fiscal Nisman y las maniobras opositoras lideradas por algunos fiscales impresentables que intentaron endilgarle a la presidenta la muerte del fiscal.

Durante la última campaña electoral uno de los mercenarios de la prensa canalla acusó falsamente  al candidato a gobernador Anibal Fernández de ser instigador de asesinatos de personas vinculadas al narcotráfico, en un programa que fue grabado en el living de la incontinente Carrió. Uno de los denunciantes se retractó ante el juez, mientras que el otro es un asesino con cadena perpetua que como no tiene nada que perder le habían prometido algún tipo de beneficio. La denuncia carecía de sustento pero sin embargo sirvió a los intereses de los medios dominantes para imponer a su candidata.

No debe olvidarse el papel que ha venido jugando el Poder Judicial en los últimos tiempos en particular la Corte Suprema que ya se ha convertido en un apéndice de las corporaciones económicas, mostrando un servilismo vergonzante ante cada deseo del grupo Clarín y su socio La Nación, con este último grupo hay relaciones de parentesco entre un miembro de su directorio y un integrante de la Corte.

Pero también ayudaron al PRO ciertos personajes que aún siguen autotitulándose de peronistas, sin embargo el peronismo debería recordar lo que dice la canción de León Gieco “si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente”, por eso no hay que olvidar el comportamiento de personajes como Massa y De la Sota, los cuales han mostrado que se acobardan cuando hay que enfrentarse a los poderosos.

Ante el poder de la clases privilegiadas y el accionar de los traidores se pudo apreciar durante la campaña electoral la emociónate movilización de un pueblo que no estaba dispuesto a retroceder ni a rendirse, movilización que sirvió para  reducir la ventaja que tenía el candidato del PRO y que en principio les hizo pensar que no la van a tener tan fácil como pensaron en un principio.

Sin embargo  debe tenerse muy en cuenta que la mitad del país votó por continuar las políticas favorables a los sectores populares, será a la movilización  de esos sectores que habrá que apelar, cada vez que el nuevo gobierno intente derogar algunas de las conquistas obtenidas en los últimos años.

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