El Forjista

¿Cómo entregar un país en 45 días?

Los argentinos tenemos un presidente que no quiso jurar por la Patria y se nota demasiado. ¿Cómo es posible que un presidente se olvide de su Patria en un momento tan especial como lo es asumir un cargo de tanta importancia?

Sospechamos que su concepto de Patria es muy diferente al nuestro, o tal vez entienda que la Patria es el territorio y su gente, y que eso lo tenga sin cuidado.

Es muy posible que Macri entienda que lo realmente importante sean otras cuestiones, por ejemplo el lucro de las grandes empresas, o el reconocimiento y el elogio de los poderosos del mundo.

Esta ideología lo llevó a asumir un ritmo enloquecido de transformaciones que derivaron en una fulminante pérdida de la soberanía que con tanto esfuerzo y patriotismo consolidaron Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

El vergonzoso ataque al gobierno venezolano fue la primera de las acciones, estableciendo que por sobre todas las cosas, la política exterior exterior buscará agradar y someterse a los deseos intervencionistas del imperialismo norteamericano.

Características idénticas asumió la visita a Davos llevando de la correa al falso opositor Sergio Massa. En la ciudad suiza pudo hacer lo que mejor le sale, mostrarse sumiso y sonriente frente a los poderosos, lo cual contrasta con la soberbia irritante que presenta ante los humildes, y el desprecio casi racista que muestran muchos funcionarios del PRO, en particular Prat Gay, hacia los trabajadores.

Lo más humillante fue su entrevista con el primer ministro británico ante quién no se animó a plantear los derechos del país por las Islas Malvinas, el silencio vergonzoso sobre el tema no le impidió a ambos, cuestionar a la muy digna mandataria anterior, esta actitud remite nuevamente a recordar que el concepto de Patria no existe en el diccionario del presidente.

Continuando con el remate de la soberanía nacional, el gobierno del PRO anunció que volvería a someter al país a los controles y dictados del FMI cuyas instrucciones llevaron al país al desastre del 2001, precisamente en el momento en que varios funcionarios actuales también fueron protagonistas y responsables de aquella debacle.

Para culminar con este panorama de subordinación, ante los denominados fondos buitres, el PRO sólo atinó a hacer lo que Macri ya anunció hace tiempo, acatar sin chistar lo que el parcial Juez Griesa dictamine, con la lógica consecuencia de dilapidar cuantiosos fondos para alimentar las arcas de estos parásitos internacionales sin beneficio alguno para la Argentina.

Los gerentes de las multinacionales y de los grandes grupos nacionales han quedado a cargo de la economía, mientras el Estado Nacional se retira de su función para que impere la ley de la selva.

Las nefastas consecuencias se pueden sentir particularmente en quienes menos tienen, que no entran en la consideración de los funcionarios macristas.

Argentina se parece a un país ocupado por una potencia extranjera, sin embargo es sólo en apariencia, la realidad alarmante es que tenemos un presidente sin Patria.

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